sábado, 10 de diciembre de 2016

Cosas de chicas



Me cuesta entender como en el siglo que vivimos y lo avanzada que esta la sociedad para algunas cosas, en otras no se haya dado ni un paso. Y en este caso hablo de temas ginecólogos.  Unos pueden pensar que son cosas de mujeres. Y lo son claro, nosotras lo sufrimos. Pero a vosotros, hombres, también  os afecta. Esas mujeres son amigas, novias, hijas, hermanas, primas, madres, sobrinas, tías o abuelas. Pero no solo los hombres convierten en tabú estos temas, sino muchas mujeres lo hacen.

No se que opinareis el resto, pero yo soy mucho de hablar las cosas para normalizarlo. Desde que me entere de mi cáncer supe que quería que se convirtiera en algo normal en mi vida y familia. Y así lo he intentado. Hablo de ello con normalidad, a todo aquel que pregunte y se interese. Y creo que esta es una buena manera para aceptarlo y poder reírse de lo malo. Aunque parezca mentira hago bromas de mi ya ex-enfermedad y de mi condición de ahora: la menopausia.

Porque si el cáncer es tabú, la menopausia es la in-nombrable. Si me hacia gracia la cara de la gente cuando se entera que has tenido cáncer, cuando hablas de la menopausia ya es todo un drama. Sociedad, que no pasa nada. Que cuando me ria y haga bromas es para que os riais conmigo. No os sintáis mal, porque no soy un bicho raro, solo experimento unos grandes cambios en mi cuerpo y que mejor que poderse reír de ellos.

 La menopausia existe y no solo en mujeres mayores, también hay chicas que la tienen precoz o quirúrgica o por culpa de la radio. Y para eso no hay edad. Es un efecto secundario a una enfermedad, o el efecto secundario a la supervivencia, en mi caso.

Y hoy quería hablaros de la menopausia para sacar hierro al asunto. Porque hay que normalizarlo, porque estoy cansada de cuando digo que la tengo me miren raro.  Entiendo que no es una situación común y la gente no esta preparada para afrontarla, pero no me mires con compasión, ni con pena. Yo me siento afortunada de seguir viva, y para mi la menopausia en una mala amiga que me acompañara el resto de mis días. Así que la mejor que puedo hacer es aceptarla, con todos sus efectos secundarios y con mucha paciencia.

E igual que la menopausia, del virus del papiloma hay muy poca información. Al menos en mi caso, hasta que no me entere de mi bicho ningún ginecólogo ni comadrona me habían hablado de él. Alguna cosilla sabia por una amiga que lo sufre, pero nada más. Y me pregunto que como a un virus que puede llegar a convertirse en cáncer y algunas veces (un porcentaje muy bajo) puede ser mortal, un virus que se contagia tan fácilmente, no se haga una gran campaña de información y concienciación a la sociedad.  Lo dicho, tema tabú. Y por ello me siento con la obligación de decirles a todas aquellas mujeres que quiero que se cuiden íntimamente, que no dejen pasar sus revisiones medicas, porque para mi es tarde, pero el cáncer de cervix se puede evitar.