viernes, 15 de julio de 2016

Carta a mi voz interior



"Querida amiga que no dejas de recordarme que no puedo ser madre, ¡basta ya! Te escribo para pedirte que te vayas, que me dejes en paz. No eres buena compañía y no quiero atormentarme más. No quiero seguir oyendo que no puedo ser madre, ¡ya lo sé! Lo sé, y  voy hacer todo lo posible para aceptarlo.  El cáncer se llevó mi fertilidad, si se la llevo, y se llevó mis posibilidades de volver a ser madre. EL cáncer, por un tiempo, fue el protagonista de mis días, preocupaciones y de mis lágrimas. Pero ya se acabó, ya acabó todo mi tratamiento. Y ahora que puedo volver a la normalidad, tú no me dejas en paz.

Pues te diré una cosa querida amiga toca cojones, a partir de ahora no te escucharé. Hare oídos sordos a tus palabras. Las cambiaré por otras más alegres. No puedo ser madre, lo sé y mi abdomen me lo recuerda cada día, pero también me recuerda que he tenido que luchar por vivir, y lo he conseguido. Que golpee al cáncer con todas mis fuerzas y acabe con él. La victoria fue mía y ahora sé que puedo con todas las pruebas que me ponga la vida.

Te llevaste mi plan de futuro y por un tiempo he estado perdida, no encontraba mi sitio. Y me  dado cuenta que si me queda algo después del cáncer. ¿Sabes que es?  ¡LA VIDA! Me queda vivir, y eso lo es todo. Así que cada vez que quieras joderme diciéndome que no puedo ser madre te gritaré que puedo bailar, puedo reír, puedo llorar, correr, saltar, ver crecer a mi hija, disfrutar de mi familia y amigos, puedo notar el viento en mi pelo… ¡puedo vivir! Y vivir es mucho mejor que poder ser madre. Y te lo gritaré hasta quedarme sin voz, te gritaré hasta que tu voz insignificante desaparezca, hasta que te hayas ido muy muy lejos y ya no te recuerde. Y si con mis gritos no basta, te aseguro que toda la gente que me quiere gritará junto a mí. Gritaremos hasta que mi sonrisa y mi risa no te dejen lugar, gritaré y gritaré todo lo que haga falta para alejarte de mí. Y sé que un día desaparecerás, que no volveré a oír como intentas hacerme sentir mal, y eso significará que lo habré aceptado. Eso significara que este capítulo de mi vida habrá acabado y estaré preparada para escribir uno nuevo.

Así que vocecilla de mi interior que no dejas de molestar vete ya. Esta será la última vez que te preste atención, a partir de hoy ya no tienes permiso para hablar. Esto es un hasta siempre, que ahora voy a vivir."

Y esta es la carta que le he escrito a mi voz interior que cuando menos lo espero aparece para recordarme mi perdida.  Escrita por petición de mi psicologa para que acabe de sacar todas mis emociones retenidas.
Y, aunque son unas palabras muy personales para mi, las comparteo con vosotros porque el tratamiento psicologico tambien es parte del cáncer y, seguramente, la parte que mas cueste superar.
 

domingo, 10 de julio de 2016

Braquiterapia

Hace mucho que no escribía, y no porque no quiera sino porque  cada vez me cuesta más. Hace más de un mes acabe todo mi tratamiento y ahora me estoy recuperando. Y ahora es cuando parece que me pase factura, las emociones de todos esos meses me invaden y aquí vuelvo a viajar yo en una montaña rusa. Que si contenta, que si triste, que si llorar... ya ni yo misma me aguanto. La enfermera me dijo que podría ser porque mis ovarios se quemaran con la radioterapia y tenga la menopausia, pero hasta que no me hagan una analítica para comprobarlo no lo sabré.

A principios de mayo acabe la quimio y la radio, que alivio. También pase por braquiterapia. Esto es como la radio, pero internamente. Iba con mucho miedo y nervios a este tratamiento, pero es totalmente indoloro. Este tratamiento fue en tres sesiones. La primera entre a quirófano, me sedaron un poco para que no sintiera nada y me hicieron una exploración completa y me introdujeron un cilindro. Si un cilindro, que es similar a un consolador. Y a través de ese cilindro me dieron la radio. Y las otras dos veces que tuve que ir pues solo me introdujeron el cilindro y el tratamiento y ya está.
Y ahí termino mi pesadilla, ahora solo quedan revisiones y controles. Y ahora estoy intentando a la normalidad, con algunos efectos aun. Como las diarreas o el estreñimiento, el cansancio (ya que ahora tengo un poco de anemia), la posible menopausia, bebo muchísima agua (la enfermera dice que es normal) y como consecuencia, meo muchísimo.

Como he dicho antes, hacía mucho que no escribía y venia dispuesta a hablaros sobre mi operación, pero me cuesta tocar este tema. Y al entrar al blog he visto un comentario de una chica que está pasando por algo similar a lo mío. Y me alegro de poder ayudarla con mi experiencia, por ello escribí este blog.

Bueno, ahora me voy a vivir la vida. Y no tardare en volver a contaros como voy.